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acontrapelo...

martes, 6 abril 2004

Hubo una vez, tiempo ha, en un lejano pueblo..., no, siempre son pueblos..., y lejanos... Uhm..., no me gusta... Empiezo de nuevo...

Hubo una vez, en una transitada ciudad (la mía por ejemplo), un gigante muy gigante..., claro... Pero tan grande, inmenso y corpulento, que yo creo que hacía como..., diez metros! Ui, no no, menos..., que los crios no se lo van a creer...,...que hacía como cuatro metros!! Era feo, pero feo feo..., con granos purulentos sobre su cara, las manos arrugadas, los ojos salidos y el pelo como chamuscado.
Este gigante, que se llamaba...
, un nombre, un nombre..., pero inventado, así ninguno de ellos se identificará con él..; ufff, ahora no me sale ninguno... cada año, el mismo día y a la misma hora, se acercaba al centro de la ciudad para retar a los ciudadanos a luchar con él... Se sentía tan fuerte y poderoso que sabía que nadie podría competir con él, y menos vencerle... La ciudad temblaba de horror cuando llegaba ese día..., entre las gentes se debatía quién debía salir a su encuentro y vérselas con él, sabiendo que el "afortunado" no saldria vivo de la lucha... El gigante había prometido dejar de atemorizar a la ciudad, si alguien por fin, conseguía vencerle...

Cuando era escogido un ciudadano, se le sacaba al frente de la plaza, se le colocaba ante el repulsivo gigante, y
(como los duelos, tipo western americano...)se esperaba a que empezara la lucha..., el ciudadano con su espada, el gigante con sus manos... (lo de la espada no casa mucho en una ciudad, pero diremos que era una ciudad romana...)
Tal era el horror que sentía el pobre desgraciado ante el gigante, que en vez de empezar a luchar con él, se quedaba petrificado, paralizado por el pánico... El gigante, más fácil no lo podía tener y simplemente con levantar un pié, aplastaba al pobre hombre que se enfrentaba a él... Orgulloso de sí mismo, marchaba con la victoria entre sus labios...
Así ocurria cada año..., el día señalado, a la hora señalada, el gigante bajaba al centro de la ciudad en busca de algún valiente que lo quisiera vencer... Y siempre se producía la misma situación..., paralizados por el horror, ninguno de los "competidores" era capaz de avanzar un paso para deshacerse de ese gigante..., nadie..., todos terminaban aplastados...


Total, que un día aparece un turista..., y éste, ajeno a todo cuanto ocurría con el gigante y los habitantes de allí, se queda a vivir en la ciudad.
Llegó el día señalado, en el que el gigante engrosaba su ego aplastando al personal..., y los que allí vivían deciden que le tocaba enfrentarse al turista (al que también le tendré que buscar un nombre, éste si real..., es importante que se identifiquen con él, ahora verás por qué...). Y él que dice que sí, que encantado, que él se lo carga...
Así que llega la hora, aparece el gigante y se coloca en medio de la plaza a esperar al candidato... El gigante se había vuelto aún más feo..., horroroso..., pero eso no impidió al turista salir a luchar con él... Los dos frente a frente, se miran y observan..., el gigante, que piensa que ocurrirá como otras veces, hace un intento por levantar su pié para aplastar al pobre individuo... cuando éste, ante la sorpresa de todos empieza a avanzar hacia él...

Y el gigante que no se cree lo que ve...

Y mientras el hombre iba avanzando, iba viendo cómo ese gigante ya no era tan alto..., ya no medía esos cuatro metros, sino que ahora medía tres... Seguía caminando hacia él, con la espada en alto siempre, mientras continuaba sorprendiéndose de que cada vez se hacía más pequeño..., cada vez más, y más... Tres metros, dos..., uno..., el gigante terminó por convertirse en un ser diminuto que no alcanzaba los treinta centímetros... El hombre, al verse vencedor, empuñó la espada con más fuerza y le atravesó el corazón...

Mientras agonizaba, tumbado en el suelo, el turista le preguntó al oído...
- Y tú...? quién eres...?
- Yo?? Yo he sido el MIEDO..., tu miedo...


Y que cada uno saque sus propias conclusiones...

Cómo me ha gustado este cuento..., envidio esta imaginación.

11 comentarios

Anónimo -

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kovi -

Cuantos murieron antes?

Othoncito -

No se, no me gusta el optimismo desbordado!!! pero este tiene esa cosa irresistible!!!!

pizco -

que me pongan ahora mismo a un gigante que me lo cargo...
un besote

Ariadna -

Pues sí, muy bueno. Ojalá todos fuéramos capaces.

Jose Luis L -

No lo conocia, realmente esta bueno, luchar con mis miedos? O es decir desvanecerlos.

Carlos -

El que es muy bonito es el del amor y la locura. No sé si te lo envíe, pero a mi me gustó. Besos y buena semana santa, yo me voy a Amsterdam.

raquel -

Buscaré más de ese autor...

Genial, eh..?? Con ese regusto reflexivo que buscamos en los cuentos...

Un beso a todos!!

Juank -

Jo'er, tía!! me ha encantando, estaba como un niño fascinado leyendo palabra por palabra... gracias por ayudarme a desviar mi mente de sus absurdos pensamientos cotidianos...

Ame -

por suerte nos acabamos enfrentando a todos ellos, y por suerte, nunca nos aplastan aunque a veces creemos que lo han hecho ^_^ :****

Agua -

Podría haber muchos finales, tal cual siempre hay muchos principios. Se puede pensar en ser mas explícito, pero la forma en que nos regalas la historia consigue conmover, provocar, arrancarnos una idea o comentario, pero siempre, todo fruto de principio, todo fruto de tu final. Faltan palabras por mi parte para expresar lo que transmite, pero no faltan sentimientos para vivirlo. Sigue regalándonos tus momentos, para que podamos hacerlos nuestros.