viernes, 24 octubre 2003
Hay cosas que uno debe apresurarse a contar antes de que nadie le pregunte...
Lo único que realmente me apetecía hacer ayer, de todas las cosas que debo hacer en el día (aunque cada día es distinto...), era ir al ensayo de gospel... Todos los jueves de 20.30 a 22.15h y hasta el mes de julio... Ostras! Qué energía...! Salgo completamente renovada, con las pilas recargadas..., adrenalítica total... Pero es que ayer fue, con perdón, la rehostia...! Yo soy contralto, estamos?, hasta ahí todo bien... Es la cuerda en la que me siento más cómoda, la que debe aprenderse la melodía principal para recordar en qué octava canta... Rellena, da volumen a la composición musical, le confiere cohesión entre las diferentes cuerdas (a saber: soprano, contralto, barítono y bajo)... Sin las contralto, que lo mismo ocurre con los bajos, en su vertiente masculina, seria como tocar una pieza de jazz (por decir algo..., no sé por que se me ha ocurrido el jazz, fíjate...), sin bajista..., o contrabajista, claro... Os aseguro que no sonaría lo mismo... Esos golpes graves, que no solo son una acompañamiento, como muchos piensan, resultan imprescindibles para completar cualquier fragmento musical... He oído gente decir que no lo oye, que les es imposible distinguirlo del resto de instrumentos cuando tocan todos a la vez..., que si no sonara, no se darían cuenta (por que no lo saben reconocer!!! es cuestión de tiempo...), y pensarían que la canción esta sonando igualmente bien... Pues bien..., si alguien siente curiosidad, si a alguien le apetece parase un momento (que son tres segundos, de verdad...) a pensar sobre ello y a comprobar, en su propio cuerpo, si SIENTE ese magnifico instrumento, que haga lo siguiente : cuando vayáis a un concierto o veáis música en directo, situaos cerca del bafle y colocaos una mano en vuestro pecho..., shhht!..., no hagáis nada..., simplemente dejaos llevar... Empezareis a notar algo..., al ritmo de la música... Todos y cada uno de los golpes que sentiréis en vuestra caja torácica provendrán del bajo... os lo juro... No será la bataca, ni los acentos fuertes del estribillo de la canción, ni el punteado que se acaba de marcar el guitarrista..., es la voz del bajo, tan simple como eso... Si lo descubrís, enhorabuena!! Ahora ya podéis seguir disfrutando del concierto...
Y todo esto (joder! como una persiana..., no??) para dar a entender que en un coro ocurre lo mismo, y que las contralto (vale..., y los bajos también...) son como los bajistas en las orquestas..., si ellos no están, algo falla y cojea... Que son importantes vaya!!! Ha quedado claro, no...? vaya mi lanza rota por ellos...
Pero aún no he dicho lo que ocurrió!!! Bueno, con toda la vergüenza que en un día como ayer podía tener, o sea , ninguna..., por que todo me empieza a dar un poco igual..., al llegar When The Saints Go Marchin In se me dio la entrada para hacer un solo... Y vaya solo!!! Sorprendida estoy de mi misma, no por mi voz, por que reconozco que cada vez tengo menos (trabajar con los mocosos ha ido fatal para mi garganta...), si no por el desparpajo con que lo hice..., uau...!!, de infarto...Cada vez que lo recuerdo se me pone el pelo de punta.... Aunque, lo mejor..., y perdón por la vanidad, fueron los aplausos posteriores, las miradas de aprobación, los pulgares hacia arriba de la profe... Mi momento de gloria..., efímero, sí, pero mío..., me subió la moral..., o al menos eso creía...
Ya en la calle, con las notas rebotando en mi cabeza, tarareando las últimas estrofas de la canción nueva para no olvidarla, con un frío (que frío hace ya por las noches dios!!) que me cortaba la cara..., me voy en busca del bus que más cerca me deja de casa, y me vuelvo a sentir vacía... pero muchísimo y de nuevo... Qué mierda... Pero por qué?? No comprendo a veces todo esto..., he llegado al punto, otra vez, otra jodida vez, en el que nada me esta llenando lo suficiente..??? No por Dios, no...!!
Vuelta a empezar...
Por cierto, es de La Muchacha de las Bragas de Oro, de Juan Marsé, Premio Planeta 1978
Lo único que realmente me apetecía hacer ayer, de todas las cosas que debo hacer en el día (aunque cada día es distinto...), era ir al ensayo de gospel... Todos los jueves de 20.30 a 22.15h y hasta el mes de julio... Ostras! Qué energía...! Salgo completamente renovada, con las pilas recargadas..., adrenalítica total... Pero es que ayer fue, con perdón, la rehostia...! Yo soy contralto, estamos?, hasta ahí todo bien... Es la cuerda en la que me siento más cómoda, la que debe aprenderse la melodía principal para recordar en qué octava canta... Rellena, da volumen a la composición musical, le confiere cohesión entre las diferentes cuerdas (a saber: soprano, contralto, barítono y bajo)... Sin las contralto, que lo mismo ocurre con los bajos, en su vertiente masculina, seria como tocar una pieza de jazz (por decir algo..., no sé por que se me ha ocurrido el jazz, fíjate...), sin bajista..., o contrabajista, claro... Os aseguro que no sonaría lo mismo... Esos golpes graves, que no solo son una acompañamiento, como muchos piensan, resultan imprescindibles para completar cualquier fragmento musical... He oído gente decir que no lo oye, que les es imposible distinguirlo del resto de instrumentos cuando tocan todos a la vez..., que si no sonara, no se darían cuenta (por que no lo saben reconocer!!! es cuestión de tiempo...), y pensarían que la canción esta sonando igualmente bien... Pues bien..., si alguien siente curiosidad, si a alguien le apetece parase un momento (que son tres segundos, de verdad...) a pensar sobre ello y a comprobar, en su propio cuerpo, si SIENTE ese magnifico instrumento, que haga lo siguiente : cuando vayáis a un concierto o veáis música en directo, situaos cerca del bafle y colocaos una mano en vuestro pecho..., shhht!..., no hagáis nada..., simplemente dejaos llevar... Empezareis a notar algo..., al ritmo de la música... Todos y cada uno de los golpes que sentiréis en vuestra caja torácica provendrán del bajo... os lo juro... No será la bataca, ni los acentos fuertes del estribillo de la canción, ni el punteado que se acaba de marcar el guitarrista..., es la voz del bajo, tan simple como eso... Si lo descubrís, enhorabuena!! Ahora ya podéis seguir disfrutando del concierto...
Y todo esto (joder! como una persiana..., no??) para dar a entender que en un coro ocurre lo mismo, y que las contralto (vale..., y los bajos también...) son como los bajistas en las orquestas..., si ellos no están, algo falla y cojea... Que son importantes vaya!!! Ha quedado claro, no...? vaya mi lanza rota por ellos...
Pero aún no he dicho lo que ocurrió!!! Bueno, con toda la vergüenza que en un día como ayer podía tener, o sea , ninguna..., por que todo me empieza a dar un poco igual..., al llegar When The Saints Go Marchin In se me dio la entrada para hacer un solo... Y vaya solo!!! Sorprendida estoy de mi misma, no por mi voz, por que reconozco que cada vez tengo menos (trabajar con los mocosos ha ido fatal para mi garganta...), si no por el desparpajo con que lo hice..., uau...!!, de infarto...Cada vez que lo recuerdo se me pone el pelo de punta.... Aunque, lo mejor..., y perdón por la vanidad, fueron los aplausos posteriores, las miradas de aprobación, los pulgares hacia arriba de la profe... Mi momento de gloria..., efímero, sí, pero mío..., me subió la moral..., o al menos eso creía...
Ya en la calle, con las notas rebotando en mi cabeza, tarareando las últimas estrofas de la canción nueva para no olvidarla, con un frío (que frío hace ya por las noches dios!!) que me cortaba la cara..., me voy en busca del bus que más cerca me deja de casa, y me vuelvo a sentir vacía... pero muchísimo y de nuevo... Qué mierda... Pero por qué?? No comprendo a veces todo esto..., he llegado al punto, otra vez, otra jodida vez, en el que nada me esta llenando lo suficiente..??? No por Dios, no...!!
Vuelta a empezar...
Por cierto, es de La Muchacha de las Bragas de Oro, de Juan Marsé, Premio Planeta 1978
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